Reseña

Imagen freepik modificada por David A. Fernández M.

Villanueva, Darío (2022). Morderse la lengua. Corrección política y posverdad. Barcelona: Espasa

José Ignacio Henao Salazar

Darío Villanueva es un lingüista español, exdirector de la Real Academia de la Lengua Española; así mismo, profesor en universidades españolas y visitante en algunas norteamericanas. Durante estos intercambios se encontró con lo denominado políticamente correcto, manejado por grupos radicales, que avasallaban a los opositores sin ninguna contemplación. Según Villanueva, esta represión no es ejercida por los gobiernos sino por grupos de la sociedad civil, con una gran capacidad de chantaje, quienes se apoyan en los denominados fake news. Para definir el concepto recoge el que trae el diccionario de Oxford: “post-truth es un adjetivo que se refiere a circunstancias que denotan que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a las creencias personales” (p. 166). El autor se basa en una amplia bibliografía y hace un recorrido por lo ocurrido en las campañas políticas en varios países, especialmente en Estados Unidos con los presidentes Reagan, Trump y Bush (hijo), quienes usaron de manera indiscrimanada las noticias falsas para hacerse elegir y apuntalarse en el poder. También le dedica una parte a la campaña de los catalanes para independizarse de España. Según Villanueva, quien cita a Maquiavelo, esto ocurre porque: “Las personas somos tan crédulas y estamos tan condicionadas por las urgencias cotidianas que el que engaña encontrará a quien se deje engañar” (p. 34); por los mismo: “Muchos electores (…) negarían sus votos a un candidato que les dijera la verdad si esta es contraria a sus prejuicios” (p. 36); así mismo, divide a la población entre ignorantes, que siempre están seguros, y los discretos: llenos de dudas (p. 4).

Villanueva crítica el “falso progresismo que prefiere la intimidación a los argumentos” y se aoya en el fillósofo argentino Mario Bunge, para quien:   “Si queremos conservar nuestra humanidad y nuestra modernidad, es preciso que ampliemos y defendamos el ámbito de la racionalidad y el realismo” (p. 174); porque “Cuando una de estas postverdades pasa a formar parte de la conciencia colectiva de un grupo social, es prácticamente imposible eliminarla” (p. 204); porque “Las anécdotas sustituyen a los datos y a las estadísticas en los discursos de los candidatos, y sus postverdades desplazan a la realidad de los hechos (…) La clave para lograr el poder está en incidir sobre las emociones y los marcos o sesgos mentales de los votantes” (p. 214). Igualmente, es crítico con las posiciones reaccionarias, pues: “Los reaccionarios de todos los partidos favorecen el caldo de cultivo de la postverdad (p. 211).

Según el autor que estamos reseñando, esto ocurre porque: “Nos encontramos con que la capacidad de comprensión de los textos complejos por parte de los ciudadanos que salen del sistema educativo es cada vez menor” (p. 60). Ahora bien, tal vez no sea solo la capacidad de comprensión sino el rechazo hacia los políticos y la falta de información sobre el acontecer diario, pues al preguntarle a muchos de los ciudadanos por sus posiciones, responden: “me dijeron”. Al confrontarlos, ¿quién les dijo?, ¿qué intereses tenía? y si esa persona había confrontado la información en fuentes confiables, casi siempre la respuesta es negativa. Por lo mismo, las falacias viajan a gran velocidad a través de la red sin que sean captadas por los lectores. Al respecto, George Steiner (4 de febrero de 2020), uno de los intelectuales más sobresaliente de los últimos tiempos, dice: “En este momento, ante todo, trato de entender por qué la distancia que me separa del irracionalismo moderno y, me atrevo a decir, de la creciente barbarie de los medios, de la vulgaridad dominante, es cada vez mayor. Creo que estamos atravesando un período cada vez más difícil…”. El mismo Villanueva lo cita en su obra, basado en la misma fuente: “No he entendido el movimiento contra la razón, el gran irracionalismo de la deconstrucción” (p. 276). Y Villanueva aprovecha la cita para cuestionar a uno de los ideólogos de la deconstrucción Jacques de Derrida, para quien: “Cualquier enunciado puede significar cualquier cosa, al margen de la intención comunicativa del enunciador. No hay pues lecturas corrrectas posibles” (p. 277). Igualmente, Daniel Cassany, autor de Tras las líneas, libro en el que presenta veintidos técnicas para una lectura crítica, ante la pregunta de un estudiante durante una conferencia de por qué no citaba a de Derrida, le respondió: “Lo he leído en francés, en inglés y catalán y no lo entendí”.

Un ejemplo de la manipulación y el uso de la posverdad se dio en las elecciones para elegir presidente en Colombia para el periodo 2022-2026. Quizá el título de la columna de María Isabel Rueda (18 de junio de 2022) sintetiza el problema: “Campaña de asco”, y dice:

En cuanto a las bodegas petristas que desatan sus odios y calumnias contra sus contradictores, eran un mecanismo requeteconocido y detectado hace rato, que se ha dejado conocer mejor en la campaña, ya manejadas por gente de carne y hueso y con libretos diseñados con malicia. Gracias a las filtraciones de los ‘Petrovideos’ vimos cuánta porquería están dispuestos a procesar por redes y sin hígados, incluidos los ataques contra la vida personal, profesional y el aspecto estético de un contendor. Incluso, uno de esos asesores exige “correr las líneas éticas” de la información.

En el mismo sentido se manifesta la revista Semana (18 de junio de 2022), medio que divulgó los Petrovideos: “Guanumen ha quedado en el ojo del huracán, porque, como ha reconocido en las múltiples horas de grabación, el comportamiento ético que profesaba en conferencias y textos quedó completamente desdibujado. “La línea ética se va a correr un poco. No podemos atacar y no defendernos”, explicó el joven estratega cuando uno de los demás asesores le preguntó hasta dónde estaban dispuestos a llegar. Varios respaldaron que así fuera”; inclusive: “De hecho, el joven, al iniciar varias de las conversaciones, recalca que lo que se va a hablar allí no puede salir a la luz pública, no puede ser oficial y que muchas veces acudirán a la mentira, a las fake news y a otras artimañas de engaño. Guanumen pedía que esos encuentros no fueran grabados”.

Aunque la campaña de Petro denunció que habían sido infiltrados, los periodistas (11 de junio de 2022) encargados de difundir los petrovideos indican que fue alguien de la misma campaña quien se los hizo llegar, con el siguiente argumento:

La justificación de la fuente, para contactar a este medio, fue la siguiente: “Como militante de la Colombia Humana, decido revelar una verdad frente a lo que ha pasado en estas elecciones; el límite moral debe caracterizarse por la necesidad de no degradar el debate ni condicionar la honestidad y la identidad política. Por esto, considero que es el momento de dar a conocer mi desacuerdo con una campaña que ha demostrado a toda costa que definitivamente el fin sí justifica los medios para llegar al poder (…) Hoy, tal vez tarde, me doy cuenta de que se está hundiendo en el fango con tal de quitar del camino a sus contrincantes, sin importarles sus familias, su carrera política y hasta su dignidad y honra”. La comunicación agregó: “Quiero con esto iniciar un camino que direccione a Colombia hacia un verdadero cambio, con el que pueda dejar atrás las campañas de odio y miedo, y que comencemos a avanzar hacia una patria en la que todos hagamos parte de un pacto por la paz, la igualdad y la justicia social”.

En eso coincide con Moises Waserman (3 de junio de 2022), exrector de la Universidad Nacional y connotado científico, quien afirma: “La democracia exige inmensos esfuerzos. Requiere que la gente respete a quienes tienen visiones políticas distintas, y a quienes son diferentes por origen y cultura. Les pide a los ciudadanos tamizar grandes cantidades de información y distinguir en ella lo bueno de lo malo, lo real de lo engañoso. Requiere seriedad, disciplina, rigor y lógica”; porque, la mayoría de las personas: “Descartamos la evidencia que no cuadra con lo que queremos ver y magnificamos la que está de acuerdo con nuestros prejuicios. Tenemos la tendencia a alinearnos con una posición e ignorar otras diferentes”. En una posterior columna (23 de junio de 2022), cuestiona esa manera de hacer política: “El capítulo de las bodegas y las acciones coordinadas de los influenciadores para esparcir rumores falsos y calumnias fue algo real (en lugar de concentrarse en demostrar las bondades de sus candidatos). El trabajo coordinado y organizado de las bodegas se hizo evidente en las filtraciones de la campaña de Petro, pero hay indicios de que se dio en otras también. Hay opinadores importantes que nos aseguran que así es como se hacen las cosas en política. Quienes pensamos que no tiene por qué ser así deberíamos tratar de ver cómo se puede evitar en el futuro”.

Por lo mismo, debemos apoyarnos en lo que plantean Van Eemeren et al (2006, pp. 177-178), quienes proponen: “Las partes solo pueden usar argumentos claros y no confusamente ambiguos e interpretar las formulaciones de la parte contraria tan cuidadosa y tan exactamente como les sea posible. Así mismo, evitar caer en falacias”. Anthony Weston (2005), en Claves de la argumentación, recomienda: partir de premisas fiables, ser concreto y conciso, evitar el lenguaje emotivo, usar términos consistentes y con un único significado para cada término. De la misma manera, cuando se argumenta a través de ejemplos, afirma que se necesita más de un ejemplo, pero muchos son poco ilustrativos; igualmente, que las analogías requieren ejemplos relevantes; y cuando los argumentos se basan en el concepto de autoridad, las fuentes deben ser citadas, además, verificar si están bien informadas y si son imparciales; de la misma manera aconseja no atacar a la persona, sino cuestionar los argumentos.

En relación con usar argumentos y no atacar a la persona, en la campaña presidencial colombiana,  se hizo todo lo contrario, como lo demuestra Juan Lozano (12 de junio de 2022): “Ya saben que lo hicieron aparecer como un “depravado” o como un tipo cercano a oficinas criminales, o como un hombre peligroso para la sociedad. Ya saben que eso fue juego sucio. Ya saben que eso fue cruel. Y ya saben que quienes así procedieron se frotan las manos de la dicha con cada votante de Fico que en segunda decida votar en blanco o abstenerse. Y ya saben que cada voto de Fico que no le llegue a Rodolfo es un triunfo de los mismos que trapearon los pisos de la sociedad con la dignidad de Fico Gutiérrez”.

Juan José Hoyos (26 de junio de 2022) también critica el lenguaje usado en la campaña; pero, como cosa rara, no menciona los petrovideos:

Por respeto a los lectores no me atrevo a citar las peores palabras y expresiones de intolerancia usadas en esta última contienda electoral. Francia Márquez, la candidata a la vicepresidencia por el Pacto Histórico, fue la que tuvo que soportar los más bajos oprobios. Contra ella se desataron los peores odios políticos, racistas, clasistas y antifeministas. La llamaron “King Kong”. La cantante Marbelle escribió en Twitter: “A mí me da asco Farc-ia”. Por su parte, Marbelle fue llamada “cerda” por un congresista del Pacto Histórico que salió en defensa de su candidata. Marbelle ripostó llamándolo “vaca”. También llamó “brincona, con ínfulas de Lady Di”, a Verónica Alcocer, esposa del presidente electo Gustavo Petro.

Germán Vargas Lleras (18 de junio de 2022) rechaza los métodos usados en la campaña: “En esta campaña se han transgredido las fronteras de la ética y de los valores. Se ha perdido todo escrúpulo y consideración. Una porquería es lo que todos los días sale a la luz pública sobre denuncias y estrategias para enlodar a los oponentes y a quienes divulgan sus opiniones”; sin embargo, cae en una falacia, generalizar, en vez de señalar a los responsables de la posverdad, quizå por cálculos políticos.

Al ver los ríos de mermelada y la poca ética de la mayoría de los políticos colombianos, recordé el poema del arcipreste de Hita, escrito hace varios siglos:

Lo que puede el dinero (del Libro del buen amor).

«Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
al torpe hace discreto, hombre de respetar,
hace correr al cojo al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.

«También al hombre necio y rudo labrador
dineros le convierten en hidalgo doctor;
Cuanto más rico es uno, más grande es su valor,
quien no tiene dinero no es de sí señor.

«Y si tienes dinero tendrás consolación,
placeres y alegrías y del Papa ración,
comprarás Paraíso, ganarás la salvación:
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.

«Él crea los priores, los obispos, los abades,
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades;
a los clérigos necios da muchas dignidades,
de verdad hace mentiras; de mentiras hace verdades.

«Él hace muchos clérigos y muchos ordenados,
muchos monjes y monjas, religiosos sagrados,
el dinero les da por bien examinados:
a los pobres les dicen que no son ilustrados.

«Yo he visto a muchos curas en sus predicaciones,
despreciar el dinero, también sus tentaciones,
pero, al fin, por dinero otorgan los perdones,
absuelven los ayunos y ofrecen oraciones.

«Dicen frailes y clérigos que aman a Dios servir,
más si huelen que el rico está para morir,
y oyen que su dinero empieza a retiñir,
por quién ha de cogerlo empiezan a reñir.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (1283? – 1350?)

http://pacobernaberoca.blogspot.com/2008/05/poderoso-caballero-arcipreste-de-hita-y.html

Y a la vez, en relación con el pacto de la Picota, recordé al periodista y escritor argentino Tomás Eloy Martínez (9 de enero de 2010), cuando dice: “La guerra contra las drogas y el narcotráfico impregna hoy buena parte de la literatura, sobre todo en Colombia y México, donde la cultura narco se ha infiltrado en todos los aspectos de la vida. Expandida como un virus, pone y derriba gobiernos, compra y vende conciencias, se toma la vida de las familias y ahora la vida de las naciones. La cultura narco es la cultura del nuevo milenio”.

Por eso, nos parece fundamental el planteamiento de Leila Guerriero (29 de enero de 2018):

Yo sí creo que tenemos que hacer periodismo a la vieja usanza, obteniendo fuentes confiables, con nombre y apellido, con datos precisos y escribiendo e informando a partir de eso, sin mirar la realidad por el ojo de la cerradura de tu propio prejuicio, si no describiendo la realidad como es. Volver a las fuentes del oficio, recordar por qué era que hacíamos esto, cuál era el objetivo de opinar, de decir, de escribir. Si era para levantar el dedo histéricamente en contra de alguien o porque ese alguien no nos gusta; si era para ungir de alabanzas a alguien que nos encanta, o si es para llevarle a la gente una mirada distinta sobre el mundo. Un periodista es un vehículo que decodifica una realidad muy compleja, la pasa a través de su mirada y la devuelve. Es decir, no tengo la formula mágica pero de alguna manera es volver a la fuente.

Además, seguir la posición de Montaigne, para quien los argumentos del contrincante son una manera de crecer y no una ofensa: “Cuando se me contraría, mi atención despierta, no mi cólera; yo me adelanto hacia quien me contradice, siempre y cuando que me instruya: la causa de la verdad debiera ser común a uno y otro contrincante” y agrega: “Cuando ganáis la ventaja de vuestra proposición, es la verdad la que sale ventajosa; cuando os procuráis la supremacía que otorgan el orden y la dirección acertados de los argumentos, sois vosotros los que salís gananciosos”.

Referencias

Guerriero, Leila en Medina Pino, Karina (29 de enero de 2018). Leila Guerriero: “Lo único que tiene un periodista es el nombre”. Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/culturayo sí creo que tenemos que hacer periodismo

Hoyos, Juan José (26 de junio de 2022). Malas palabras. Recuperado de  https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/malas-palabras-DP17907532

Lozano, Juan (12 de junio de 2022). Carta abierta a quienes votaron por Fico. Recuperado de

https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juan-lozano/columna-de-juan-lozano-carta-abierta-a-quienes-votaron-por-fico-679676

Martínez, Tomás Eloy (9 de enero de 2010). Cuando el combate más efectivo es arruinarles el negocio. Desafíos de la cultura narco. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/opinion/desafios-de-la-cultura-narco-nid1219932/

Montaigne, Michel. Del arte de platicar. Capítulo VIII del libro III. Recuperado de http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/ensayos-de-montaigne–0/html/fefb17e2-82b1-11df-acc7-002185ce6064_169.html#I_131_

Rueda, María Isabel (18 de junio de 2022). Campaña de asco. Recuperado de https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/maria-isabel-rueda/columna-de-maria-isabel-rueda-campana-de-asco-681312

Ruiz, Juan, Arcipreste de Hita (1283? – 1350?). Lo que puede el dinero (del Libro del buen amor). Recuperado De

http://pacobernaberoca.blogspot.com/2008/05/poderoso-caballero-arcipreste-de-hita-y.html

Semana (11 de junio de 2022). Los ‘petrovideos’: la historia desconocida del grave escándalo político que sacude a Colombia. Recuperado dehttps://www.semana.com/nacion/articulo/los-petrovideos-la-historia-desconocida-del-grave-escandalo-politico-que-sacude-a-colombia/202213/

Semana (18 de junio de 2022). ‘Petrovideos’: crece el escándalo, y Petro y su campaña no explican lo ocurrido. Recuperado dehttps://www.semana.com/nacion/articulo/petrovideos-crece-el-escandalo-y-petro-y-su-campana-no-explican-lo-ocurrido/202216/

Vargas Lleras, Germán (18 de junio 2022). Qué campaña tan cochina. Recuperado de https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/german-vargas-lleras/columna-de-german-vargas-lleras-que-campana-tan-cochina-681309

Wasserman, Moises (3 de junio de 2022). Lecciones de una campaña. Recuperado de https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/lecciones-de-una-campana-columna-de-moises-wasserman-677200

Wasserman, Moises (23 de junio de 2022). La siguiente temporada. Recuperado de https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/la-siguiente-temporada-columna-de-moises-wasserman-682435

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